marzo 28, 2024

Madrid otorga la máxima protección a pintura del eccehomo

Redacción

Foto: EFE

La Comunidad de Madrid ha declarado bien de interés cultural (BIC) el cuadro de un eccehomo que iba a subastarse el pasado abril y, aunque la Dirección General de Patrimonio plantea que aún se requieren más “análisis de diversa índole” para confirmar el autor, da por sentado que la pieza, en un primer momento atribuida al círculo del pintor Ribera, es en realidad de Caravaggio.

“La información sobre la pintura que ha aparecido en los últimos meses y estudios desarrollados por expertos refuerzan la tesis de la autoría” del maestro del Barroco, se lee en el documento al que ha tenido acceso el diario EL PAÍS.

Con esta decisión, que se esperaba para principios de año, el Gobierno madrileño se suma a la teoría que ya planteó el Museo del Prado en un informe preliminar publicado en el Boletín Oficial del Estado y de una gran parte de la comunidad de expertos de que la pieza es de Caravaggio.

Por eso ha otorgado a la tela la máxima protección que una obra de arte puede adquirir y cierra un procedimiento que se inició el 9 de abril, justo después de que el Ministerio de Cultura declarara el cuadro inexportable.

“Fue en ese momento cuando las instituciones nos pusimos a trabajar para hacer realidad la protección cautelar de la obra y ahora finalizamos un procedimiento que podemos calificar de éxito, en el que también colaboraron el Prado y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando”, ha recordado Marta Rivera de la Cruz, consejera de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid.

Una vez protegido el cuadro, se evita que salga del país y que pueda ser vendido por más de 100 millones de euros, según cálculos del mercado del arte.

El eccehomo ya solo podrá comercializarse en España. Serán los propietarios quienes determinen el precio final si reciben una oferta formal, que el Estado tendrá que igualar si quiere quedarse con la pieza, ya que tiene el derecho de compra.

Los cálculos más optimistas elevan el precio a los 30 millones, los más conservadores se quedan en unos no menos sustanciosos 10 millones en un mercado local en el que se pueden contar con los dedos de una mano los potenciales compradores.