Redacción
Los italianos podrían librarse dentro de poco de tener que llevar la mascarilla al aire libre.
Al igual que otros países europeos, el Gobierno de Mario Draghi también estudia acabar con la obligatoriedad de cubrirse la nariz y la boca cuando no se esté en un espacio cerrado.
La medida podría entrar en vigor a principios o a mediados de julio, según los medios locales, aunque la realidad es que muchas personas llevan ya la mascarilla baja cuando están por la calle sin que la Policía intervenga.
La caída en el número de contagios y la buena marcha de la campaña de vacunación, con más de 43,5 millones de dosis suministradas, animan al Ejecutivo de Roma a seguir levantando restricciones.
«Hace tiempo que dije que cuando tuviéramos a la mitad de la población vacunada podríamos meternos la mascarilla en el bolsillo cuando estuviéramos al aire libre. Pues bien, ese momento ha llegado. Sería oportuno acabar con la obligatoriedad desde principios de julio», comentó Pierpaolo Sileri, viceministro de Sanidad.
En la misma línea se expresó el ministro de Asuntos Exteriores, Luigi Di Maio, que reconoció que «estaba cerca el objetivo del Gobierno» de liberar a los italianos de llevar mascarilla al aire libre durante el verano.
Di Maio justificó la inminente decisión por la buen marcha de la pandemia: quedan en las Ucis de los hospitales menos de 500 pacientes, mientras que eran más de 3.000 hace solo dos meses.
También Matteo Salvini, líder de la Liga, uno de los partidos de la coalición de Gobierno, manifestó este jueves tras reunirse con Draghi que había llegado el momento de quitarse la mascarilla cuando no se esté en espacios cerrados.